Español abajo. Tamara is facing a medical emergency for which her doctor’s have prescribed six months of bed rest. As she is the only family member with a work permit, this is leaving the family of four in dire financial straits. As a community, we are hoping to come together to cover their rental, medical, childcare, and food costs. We’d appreciate any contribution you may be willing to give. Many of you already know Tamara's story, but for those who haven’t met this amazing woman.: Tamara paid dearly for her job. Drug dealers threatened her life and the life of her son Kenneth's family if she did not rob the bank where she worked. She was held up at gunpoint ten times. When they threatened to kill her one year old grandson Alessandro, the family knew they could not stay any longer. They set off on a midnight odyssey and tried to start over in other cities, first in Guatemala, and then Mexico, but each time they were found by gangs. They sprinted across the border as their last viable option, only to go straight to detention for years. Kenneth was deported back despite his legal proceedings still being processed, but never stopped fighting to be reunited with his family. They now live together, focused on freedom. Tamara is an inspiration as she is close to receiving Child Development Accreditation and now works in a daycare. Tamara enfrenta una emergencia médica para la cual su médico le ha recetado seis meses de reposo en cama. Como ella es el único miembro de la familia con un permiso de trabajo, esto está dejando a la familia de cuatro miembros en una situación financiera desesperada. Como comunidad, esperamos unirnos para cubrir los costos de alquiler, atención médica, cuidado de niños y alimentos. Apreciaríamos cualquier contribución que esté dispuesto a dar. Muchos de ustedes ya conocen la historia de Tamara, pero para los que no conocen a esta increíble mujer: Tamara pagó caro su trabajo. Los narcotraficantes amenazaron su vida y la vida de la familia de su hijo Kenneth si no robaba el banco donde trabajaba. La asaltaron a punta de pistola diez veces. Cuando amenazaron con matar a su nieto Alessandro, de un año, la familia supo que no podían quedarse más tiempo. Se embarcaron en una odisea de medianoche y trataron de empezar de nuevo en otras ciudades, primero en Guatemala y luego en México, pero siempre fueron encontrados por pandillas. Cruzaron corriendo la frontera como su última opción viable, solo para ir directamente a la detención durante años. Kenneth fue deportado a pesar de que su proceso legal aún estaba en curso, pero nunca dejó de luchar para reunirse con su familia. Ahora viven juntos, enfocados en la libertad. Tamara es una inspiración ya que está cerca de recibir la Acreditación de Desarrollo Infantil y ahora trabaja en una guardería.
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