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(Espanol) El 22 de junio de 2024, nuestro padre, José, colapsó repentinamente justo afuera de nuestra casa. Nuestra familia desconocía los daños que se habían producido hasta que los paramédicos lo llevaron al Hospital Regional de San Antonio, donde nos informaron que había sufrido un derrame cerebral hemorrágico. Los médicos propusieron un procedimiento para drenar la sangre circundante que inundaba su cerebro, pero nos dio una posibilidad baja de supervivencia. José había superado milagrosamente esas probabilidades. Durante su semana inicial en el hospital, su estado de salud era muy crítico, su lesión cerebral dañó su lóbulo frontal y le provocó un edema cerebral. Cada tomografía computarizada realizada mostró consistentemente edema y cantidades excesivas de sangre aún presentes debido a su hemorragia. Según su gravedad, los médicos nos dieron un mal pronóstico sin signos de mejora en el futuro previsible. Independientemente, sus enfermeras mostraron un gran cuidado del paciente y atención a nuestra familia. Desafortunadamente, su derrame cerebral fue tan severo que perdió su batalla el domingo 9 de julio. Fue un hombre piadoso, un gran padre, amigo y esposo, y está descansando en paz hasta el día en que lo volvamos a ver. Agradeceríamos mucho cualquier ayuda monetaria que podamos recibir. Las oraciones son muy apreciadas mientras navegamos por este nuevo capítulo en nuestras vidas. Gracias a aquellos que ya han mostrado su apoyo mientras estaban en el hospital y continúan manteniéndonos en sus oraciones. (English) On June 22, 2024, our father, Jose, collapsed suddenly right outside our home. Our family was unaware of what damage had ensued until paramedics took him to the San Antonio Regional Hospital where they informed us he had suffered a hemorrhagic stroke. The doctors proposed a procedure in order to drain out the surrounding blood that flooded his brain, but gave us a low survival rate. Jose had miraculously beat those odds, although he still had a long journey ahead. During his initial week in the hospital, he health condition was very critical, his brain injury damaged his frontal lobe causing cerebral edema. Every CT scan performed consistently showed edema and excess amounts of blood still present from his hemorrhage. Based on his severity, doctors gave us a poor prognosis with no signs of improvement for the foreseeable future. Regardless, his nurses displayed great patient care and attentiveness to our family. His stroke was unfortunately too severe that he lost his battle on Sunday, July 9th. He was a Godly man, great father, friend, and husband, and is resting peacefully until the day we see him again. We would greatly appreciate any monetary help we can receive. Prayers are greatly appreciated as we navigate through this new chapter in our lives. Thank you to those who had already shown your support while at the hospital and continue to keep us in your prayers.




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