¡Hola!, mucho gusto, mi nombre es Julián Andrés Pinzón Sánchez, tengo 22 años de edad y actualmente me encuentro estudiando mi último año de la carrera de Ingeniería en Ambiente y Desarrollo, en la Escuela Agrícola Panamericana, Zamorano, en Honduras. En esta ocasión, comunico este mensaje por medio de esta plataforma, debido a que me encuentro en una situación económica no favorable, que pone en riesgo mis estudios en Zamorano. Esto debido a que no cuento con los recursos para seguir pagando mis estudios y cumplir mi sueño de graduarme de una de las mejores universidades agrícolas de Latinoamérica. Por medio de este escrito, quiero comentar las razones por las cuales merezco la oportunidad de recibir apoyo o ayuda económica y poder graduarme de esta institución, y por otro lado, explicar un poco del contexto de mi situación y necesidad económica que me impide a mí y a mi familia seguir pagando la universidad. Desde mi niñez, ya demostraba las características y capacidades de un líder, por ejemplo, siendo el presidente de mi tropa en el grupo scout al que pertenecía. Realizaba y gestionaba proyectos de ayuda a personas damnificadas y movilizadas de sus tierras por diferentes tipos de situaciones que pasaban en Colombia. Organicé recaudaciones en mi colegio con el fin de poder ayudar a las personas que más lo necesitaban. Tomé cursos de primeros auxilios para hacer voluntariados en el grupo de emergencia y obtuve reconocimientos por mis labores. De mismo modo, en mi graduación, el colegio me otorgó un reconocimiento por mi “Labor social para fortalecer la formación integral y rescatar los valores de solidaridad” en mi colegio. Una de mis cosas favoritas en el mundo, es ayudar a los demás, como dice la tercera ley de los scouts, “Ayudar al prójimo sin esperar recompensa alguna”. En el 2018, durante mi décimo grado, tuve la oportunidad de presentar el examen PAA de Zamorano, para poder ser estudiante en la universidad. Yo supe de Zamorano desde mucho antes, gracias a mi tío, el cual tuvo referencia de la universidad por su trabajo como profesor, él me motivo a dar los primeros pasos para ingresar y confiar en mis capacidades para estudiar aquí. Afortunadamente, cuando obtuve los resultados de mi examen PAA, recibí la noticia de que fui la segunda puntuación más alta de Colombia y me permitieron entrar a Zamorano como parte de la clase 2024 después de que me graduara del colegio, gracias al puntaje. Sin embargo, la parte económica era una barrera que me impedía venir a hacer mis estudios, así que opte por tener otras opciones hasta que fuera seguro el tener una beca. Al ver la situación económica, decidí aplicar a dos de las universidades más importantes del país: la Universidad del Externado y la Universidad de la Sabana. En ambas fui admitido con beca. Sin embargo, mi carrera e institución de primera elección era Zamorano, por lo que decidí esperar la posibilidad de beca en Zamorano. En octubre del 2019 recibí respuesta en donde me ofrecieron ayuda económica del 60% de mis estudios. Mi madre estaba muy orgullosa de mí y a pesar del enorme esfuerzo que conllevaba pagar el resto, se comprometió a buscar el otro 40% a como diera lugar. Desde mi llegada a Zamorano, he fortalecido todos los valores que había construido hasta ese entonces, sobre todo la responsabilidad y la disciplina, lo que me permitió volverme una persona más independiente. En mi primer trimestre estuve en el puesto 99 en el ranking de mi clase de 322 personas. Me propuse superarme y fui escalando poco a poco todos los días. Actualmente me encuentro en el puesto 50, subí 49 puestos y estoy dispuesto a seguir superándome todos los días. Durante mi tiempo en Zamorano, he vivido en la misma Zona residencial lo que me ha permitido adquirir un sentimiento de pertenencia por ella, he ayudado a mejorarla arreglando jardines, alrededores, y asistiendo activamente en la organización de actividades para la zona. Este tipo de actividades me han llevado actualmente, a ser representante de la residencia de Ruben Darío y Zona Este en el consejo estudiantil de Zamorano (CEZ), donde he planteado ideas y he hablado de proyectos con las autoridades de Zamorano para la mejora de mi zona y de Zamorano. También soy integrante del club de Suelos desde el año 2024, y gracias a mi participación activa, fui elegido para el cargo de vicepresidente el año pasado y como presidente del club este año. A día de hoy y en conjunto con el consejo del club de suelos, hemos organizado diferentes tipos de actividades, como salidas en campo o proyectos de huertos escolares. Planeo seguir participando en proyectos, avanzando en el desarrollo de los grupos que lidero y en mi personalidad con el fortalecimiento de mis valores y principios. El contexto y razones por las que solicito el apoyo financiero en este momento están ligados a la situación que vive mi familia actualmente. Mi madre es la líder de mi hogar y única proveedora de las necesidades de mi hermana y mías cuando nos llevó a vivir a la ciudad de Tunja. Ella se divorció de mi papá cuando tenía 12 años. En ese entonces, él nos ayudaba a cubrir los gastos de educación de mi hermana y de mí. Mi mamá se esforzaba por siempre servirnos un plato de comida, eso nunca nos faltó, incluso en los momentos más difíciles. En el año 2017, por cuestiones económicas nos trasladamos a vivir en un lugar más económico, pero afortunadamente, más cercano al colegio, lo que ayudo a reducir gastos, sin embargo, la situación no era mejor, mi madre no tenía trabajo para esos momentos. Afortunadamente consiguió un año después pudo conseguir un trabajo de contratista con el gobierno, pero tenía que irse a trabajar a Bogotá, por lo que no le quedaba de otra más que quedarse allá y cuando tuviera un fin de semana libre, visitarnos. Mi abuelita se fue a vivir con nosotros un año, hasta que el contrato de mi mamá se venció y tuvo que seguir buscando trabajo. El año que me gradué, le ofrecieron trabajo en la Agencia de Desarrollo Rural (ADR) en Tunja y aunque le pagaban menos, fue lo mejor porque podíamos compartir con ella. Actualmente mi madre ha hecho esfuerzos enormes para poder pagar el resto de mis estudios, llegando al límite y endeudándose con 3 empresas bancarias. Ya no sabe cómo suplir mi necesidad económica, yo como hijo estoy preocupado por ella. Soy consciente de la situación, he intentado aplicar a becas para poder pagar Zamorano, pero siempre hay una razón que me impide participar, ya sea porque solo dan becas para universidades en Colombia o solo dan becas para personas que están terminando el bachillerato. En el lapso del 2024 y 2024, visité dos compañías procesadoras de cemento: Argos, donde me dijeron que no porque ya tenían sus propios proyectos que atribuyen a la educación y Holcim, donde no me dieron respuesta por cambio administrativos. Hemos buscado financiamiento con una entidad colombiana llamada ICETEX pero a mi mamá no le aceptaron el cupo. Mi madre se ha esforzado por ayudarme a salir adelante, pero su límite llego con mi segundo año de universidad. En mi tercer año, fui consciente de esto, por lo que me di a la tarea de buscar como recaudar dinero y realicé un video para explicar mi situación. No obstante, por azares del destino, tuve la oportunidad de conocer al Dr. Carlos Eduardo Mesa, presidente de Premex, en una cena de los representantes estudiantiles y los fiduciarios. Gracias a mi puesto como representante de Zona este, pude comentarle mi situación, y gracias a su apoyo y a un esfuerzo hecho por mi madre y por mi para conseguir apoyo económico por parte de Zamorano, pude culminar mis estudios de tercer año satisfactoriamente y sin ninguna deuda para ese año. Este año me enfrento a nuevos retos, principalmente tres: mi proyecto especial de graduación (PEG), la búsqueda de financiamiento para pagar las diligencias para mi pasantía, y el más importante, la búsqueda de financiamiento para culminar mis estudios y ser un Zamorano líder en mi país, así como lo han sido todos los colombianos que han salido de este glorioso valle. Hablando un poco de estos 3 retos, esta mi tesis o PEG, el cual está dirigido a una investigación para determinar cómo afecta la presencia del gorgojo descortezador de pino en el contenido de carbono orgánico en los principales bosques de Honduras. Estoy realizando este proyecto de la mano a una ONG llamada “Eden: reforestation projects”, encargada de restaurar y conservar los principales bosques de 8 diferentes países. Para mí es un orgullo poder decir que ya terminé mi tesis, la cual ya fue aprobada por el departamento de mi carrera. Fue una experiencia única, de la cual aprendí y viví al máximo. En cuanto a mi proceso de pasantía, me alegra comentar que ya fui aceptado en la Universidad de Florida, Estados Unidos, de manera oficial. La pasantía se realizará en el Citrus Research Educational Center, en un laboratorio para análisis de cultivos cítricos, donde realizaré prácticas en campo y análisis en laboratorio. A día de hoy tengo un saldo pendiente con la universidad de $ 6,603 dólares, correspondiente al primer y segundo trimestre de este año. En total y de lo que resta de mi estancia en Zamorano, debería de pagar alrededor de $8.500 dólares al final del año para estar en paz y salvo con la universidad. Para poder solucionar mi situación, estoy dispuesto a enviar cualquier información, documentación o recomendación que sea necesaria y aceptar cualquier condición con tal de recibir apoyo para salir adelante de esta situación. Quiero agradecer a todas las personas que han llegado hasta esta parte del texto, que se hace corto para mí, me gustaría contar a detalle cada una de las bonitas experiencias que he vivido en mi universidad, lo increíble que es para mi pertenecer y hacer parte de una de las instituciones más conocidas a nivel latinoamericano por su nivel de excelencia y calidad de educación.
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